
1. Identificación de la situación de la clase y de sus protagonistas.

El caso que he seleccionado sucede en un aula de 6º de Primaria, la edad media del alumnado es de 12 años.
El informe obtenido afirma que la mayoría de alumnos participantes habla de una clase con buen ambiente en la que se sienten bien. También refleja la existencia de lazos de amistad con sus consiguientes conflictos, fruto e la convivencia.
El ambiente académico es bueno pues el alumnado habla de tranquilidad y orden en la clase. Destacan 5 alumnos por sus actitudes de respeto, ayuda y colaboración con los demás integrantes del grupo.
Esto es lo que aparece en las estadísticas genéricas, sin embargo si vamos al sociograma podemos observar una realidad bien distinta:

La distribución de los grupos de amistad es bastante más rígida de lo que refleja el informe, con cuatro grupos bien diferenciados:
- Uno muy numeroso,
- Dos con 5-6 alumnos integrantes,
- Uno con dos alumnos, algo aislados del resto,
- Tres alumnos a los que nadie vota ni con los que nadie se relaciona.
2. Descripción del problema a abordar.
Observamos la existencia de tres alumnos (25, 17 ,7) que sufren una situación de aislamiento con respecto al resto del grupo-clase. Aunque no quedan reflejados en el informe problemas de convivencia con ellos, los datos del sociograma nos alertan de un posible problema en el futuro.
Por otro lado, hay un grupo dos alumnos que también están aislados (16,12) aunque en este caso sí existe relación entre ambos.
Además el sociograma refleja que no hay una dinámica fluida en la clase lo que podría suponer problemas en un futuro a corto plazo.
Podremos afirmar que este sociograma plantea una necesidad de intervención PREVENTIVA.
3. Propuesta de intervención.
La primera medida a encaminada a mantener reuniones de tutoría individuales con las familias de los tres alumnos "aislados" para determinar si existen otras circunstancias que desconocemos par ese aislamiento. También reuniones de tutoría con los propios alumnos.
Implicar y pedir apoyo a los alumnos respetuosos para que nos den su opinión sobre lo que ocurre con estos niños/as será el siguiente paso.
La intervención debería estar orientada a crear un clima de confianza entre todos los alumnos de la clase con objetivos claros:
- Favorecer el conocimiento mutuo de todos los alumnos del grupo.
- Concienciar de la importancia de respetar los sentimientos y emociones de los demás.
- Favorecer un ambiente cooperativo y de compañerismo.
-Ayudar al alumnado a desarrollar habilidades sociales básicas y técnicas de resolución de conflictos.
Estos objetivos se alcanzarán programando sesiones en las que el tutor/a irá creará situaciones que favorezcan un clima apropiado:
- Trabajo colaborativo y cooperativo: los equipos se formarán de manera que los alumnos con riesgo de aislamiento estén con alumnos reconocidos como amables y respetuosos según el informe.
Previamente, estos alumnos serán informados e invitados a ayudar a sus compañeros.
En el resto de actividades y propuestas de aula, se situará a los alumnos en riesgo de aislamiento junto a alumnos respetuosos.
También se potenciará el que en los patios estos alumnos participen en los juegos de los demás, haciendo un seguimiento diario y pormenorizado de su actividad en los recreos.
4. Seguimiento de la intervención
El seguimiento de la intervención implicará:
- Por un lado una observación durante las sesiones de actividad en el aula de estos alumnos, que nos servirá de indicador de la evolución de la situación y de referente para hacer las modificaciones oportunas. Al final de dichas sesiones habrá un momento de autoevaluación y de heteroevaluación en la que cada equipo de trabajo valorará su actuación y la del resto.
- Por otro lado, al final del trimestre volveremos a pasar el test de sociescuela, para observar posibles cambios en los resultados.
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